Tras casi dos años de suspenderse las clases en colegios públicos y privados, el Gobierno dispuso el regreso a la presencialidad hacia fines de marzo. Pero, ¿ qué significa volver a las aulas en medio de una coyuntura tan compleja? Durante este tiempo, los y las estudiantes han tenido limitaciones en su aprendizaje, falta de acceso a la educación virtual, dificultades socioemocionales, entre otros. Entendamos un poco más sobre esta situación que compromete el futuro de la infancia y la juventud en el país.
Educación y brecha digital
La brecha digital es una de las más amplias en nuestro país, afectando directamente al aprendizaje. Una realidad a nivel mundial, pero, sobre todo, con índices preocupantes respecto a la calidad educativa en países de América Latina, como el Perú.
Yudel, es un niño de 12 años que vive en el distrito de Cupi en Puno, y nos cuenta que pasar a las clases virtuales fue complejo. “Al principio era novedoso, pero con el paso de los días, empecé a tener dificultades porque donde vivo no hay internet. Recibía audios sobre las asignaturas, pero no entendía y no tenía a quién preguntar”, explica.
“El cierre de escuelas ha significado un desafío para adaptarse a la educación a distancia en el Perú. La educación virtual requiere tener electricidad, dispositivos electrónicos, una conexión de internet y habilidades digitales”, comenta Yaneidy, coordinadora de la Línea Estratégica de Educación en Ayuda en Acción. Y, sin embargo, actualmente, solo el 48% de las zonas rurales goza de una conexión adecuada a internet.
Educación para todos y todas
Hasta el tercer trimestre del 2020, 245 mil estudiantes interrumpieron sus estudios por falta de tecnología, necesidad de trabajar, entre otros motivos. 460 mil estudiantes estuvieron en riesgo de interrumpirlos. Un gran número de niños, niñas y adolescentes, perdieron, con la virtualidad, la oportunidad de seguir aprendiendo, ya que no contaban con los recursos necesarios para adaptarse a esta nueva normalidad. Y en diciembre del año pasado, el anuncio del retorno a las aulas ya era un tema sobre la mesa.
Para ello, el Gobierno dispuso la ejecución del operativo “Buen inicio del Año Escolar 2022” a nivel nacional. Este, es un trabajo que viene haciendo la Contraloría General de la República, en las 25 regiones del país. Se busca verificar que las escuelas cuenten con los protocolos de bioseguridad por la Covid-19, los espacios estén acondicionados y dispongan de material educativo. De acuerdo a ello, se evaluará la modalidad de asistencia: presencial o semipresencial.
“Por ejemplo, si una escuela tiene aforo de 200 estudiantes, 10 aulas y en cada una hay 10 estudiantes matriculados, en esa escuela sí podrán regresar al 100% a la presencialidad, por una jornada de hasta 4 horas. Pero, si en cada aula, hay matriculados 20 estudiantes o más; el retorno será semipresencial. Depende del aforo y el número de estudiantes matriculados por grado y aula”, explica Yaneidy Coromoto.
Educación y Covid-19
¿Cómo afectará la pandemia en el aprendizaje de los niños y niñas? ¿Cómo estábamos antes de su llegada? En la última prueba PISA 2018, Perú ocupó el puesto 64 de 77 países que participaron. Y el índice de analfabetismo, según la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO, 2018), se registró en 5,6% (0,3% menos que el año anterior). Para diversos especialistas, los esfuerzos y avances que en los últimos años se lograron, con la pandemia, podrían revertirse y volver a cifras menos alentadoras.
En otro aspecto, por ejemplo, el Ministerio de Educación (Minedu) señala que hay una relación directa y positiva entre la infraestructura de las escuelas y el rendimiento académico. Pero, solo el 40% de los colegios cuentan con los servicios básicos para el retorno a las aulas. Un panorama, que la pandemia evidenció con mayor gravedad.
Agenda al 2030
En la Agenda al 2030, el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4 (ODS 4) traza algunas metas en educación. Y dice, principalmente, “garantizar una educación inclusiva, equitativa, y de calidad, y promover las oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”. Sin embargo, la Covid-19 obligó a replantear esta hoja de ruta a nivel global. Y aunque los países involucrados han tomado medidas frente a esta situación, las cifras demuestran que al menos Perú, está lejos aún de estos objetivos.
¿Cómo aporta Ayuda en Acción?
Desde la Fundación Ayuda en Acción en Perú, nos sumamos y trabajamos arduamente en impulsar los objetivos de la ODS 4. Recogemos indicadores que den cuenta de la situación educativa y social y desarrollamos proyectos desde la Línea Estratégica de Educación.
¿Cómo garantizamos el acceso a una educación de calidad? A través de nuestros fondos regulares, se ha asegurado un presupuesto de € 202,000 y $ 25,000 para intervenir en las regiones La Libertad, Puno, El Callao, Apurímac y Cajamarca. Además, seguimos desarrollando iniciativas para que empresas privadas, padrinos y madrinas se sumen y podamos ampliar el impacto de los proyectos y el número de zonas de intervención. La meta de este año, es 2 mil beneficiarios y beneficiarias que participen en estos proyectos.