¿Qué significa que los niños y niñas participen en la toma de decisiones? ¿Cómo garantizamos el pleno ejercicio de sus derechos? La participación de la infancia debe asegurar, en primer lugar, que los niños y niñas accedan a información que les permita valorar y decidir. Es importante que podamos promover que, entre ellos y ellas, se reconozcan, identifiquen y se organicen a fin de tener espacios propios de representatividad.
¿Cómo aseguramos la participación de la infancia?
Es prioritario, poner en la agenda pública la atención sobre la niñez. Desde la Fundación Ayuda en Acción, trabajamos en las comunidades, desde la mirada de los niños y niñas, diseñando con ellos y ellas sus propios proyectos, en su lengua materna, a su propio ritmo, bajo sus expectativas y realidades. Estamos construyendo una ciudadanía diferente para el futuro, pero, somos conscientes, que solos no podemos.
Es aquí, donde tienen lugar todos los actores sociales. La participación activa, conlleva, indiscutiblemente, a involucrarse en la toma de decisiones en la comunidad. Y si esto, ya es difícil para los adultos, ¿qué aspectos debemos trabajar para que las infancias formen parte de ello?
De ser objetos de protección a ser sujetos de derechos. Se debe realizar un análisis de la realidad de los espacios donde participan las infancias, y dónde no lo hacen. Más aún, cuando los niños y niñas representan el 29% de la población, más de 9 millones. Es indispensable que se diseñen o contextualicen herramientas que ayuden al entrenamiento y empoderamiento, tanto de las infancias, como de los adultos, aún con “agendas” diferentes.
Necesitamos una propuesta transversal e inclusiva
La participación, es un reto de por sí, y sugiere la implementación de un plan de formación que vincule la participación en términos de formación en valores, educación en derechos, pedagogía para la ciudadanía y la democracia, entre otras expresiones para la formación de quienes van a llevar adelante la propuesta de participación de las infancias.
Necesitamos la construcción de aprendizajes significativos a partir de sus propias experiencias y saberes previos para generar nuevas prácticas, conocimientos, competencias y destrezas. Necesitamos la incorporación de espacios formativos y vivenciales, en el que los niños y niñas puedan intercambiar conocimientos con sus pares. La participación y liderazgo se pueden lograr por medio de estrategias de sensibilización, alianzas, capacitaciones, incidencias y acciones de comunicación y visibilidad.
Celebrar e incorporar espacios de manera activa e intencional es sumamente importante para lograr el propósito de la participación de las infancias. Lograr, además, ciudadanos y ciudadanas comprometidos con el cambio para garantizar los derechos de la infancia en todos los sectores.
Por:
Esperanza Rivera, directora nacional de Programas
José David Bardales, coordinador nacional de Protección