En la Semana Internacional contra el Acoso Callejero, la Fundación Ayuda en Acción promovió un conjunto de talleres corporativos y su difusión en distintos medios de comunicación para impulsar la metodología de las 5D en muchas más personas. Esta formación, permite visibilizar una problemática que, en ocasiones, es normalizada por el entorno. Y, además, sumar esfuerzos para frenar este tipo de violencia contra la mujer.
¿Qué es la metodología de las 5D?
La metodología de las 5D es un entrenamiento que nos permitirá actuar si somos testigos de una situación de acoso en un espacio público. José David Bardales, coordinador nacional de la Línea Protección, nos explica en qué consiste cada una de estas herramientas:
- Distraer: Hazte pasar por un amigo o amiga, pregunta la hora, crea una distracción, sé original.
- Delegar: Busca a alguien que esté en una posición de autoridad (p. ej.: el profesorado, el personal del local donde estés o el conductor o conductora del autobús) y pídeles que intervengan.
- Documentar: Observa y presencia lo que ocurre, intenta escribir o grabar el acoso para compartir el material en favor víctima, pero nunca lo uses ni lo publiques en línea sin su permiso.
- Dirigirse al acosador: Habla e interpela al acosador, después dirige tu atención a la víctima. Si la persona que acosa responde, ignórala; no te pongas a su nivel. Haz esto solo como último recurso para evitar la violencia. Lo primero es tu seguridad y la de la víctima.
- Desahogar: Consuela a la persona acosada tras el incidente y hazle saber que esa conducta estuvo mal. Apoya y reconforta a la víctima.
José David Bardales: “Todos podemos hacer algo para frenar el acoso sexual callejero”
En los últimos cinco años, más de 60 mil niñas y adolescentes han sufrido violencia sexual. “Estamos hablando de casi la capacidad del Estadio Nacional”, enfatiza José David. En medio de este duro contexto, llevamos la metodología de las 5D a 9 regiones del país. Principalmente, en zonas rurales. Ya que, aquí, las niñas y mujeres, además de enfrentar la pobreza y otros problemas, deben hacerlo a una situación de violencia.
En el país, existe la Ley 30314 para prevenir y sancionar el acoso sexual en espacios públicos. Sin embargo, no se ejecuta en todas las regiones o comunidades. Solo 5 de 25 regiones la han implementado, según la Defensoría del Pueblo. “Hay muchas leyes y pocas se cumplen, pero, incluso, más allá de eso, no basta con trabajar en la parte legal. Tenemos que ejecutar acciones de prevención y reeducar a la población. Invirtamos en la niñez”, sostuvo José David Bardales.
El acoso sexual callejero tiene múltiples consecuencias en el desarrollo de las infancias. Entre varias, las víctimas de este tipo de violencia sufren una importante afectación psicológica, impacta en su autoestima e impide que se desenvuelvan óptimamente en su entorno. La calle se vuelve una amenaza. Por ello, es necesario fortalecer un trabajo coordinado y articulado entre todos los niveles de gobierno.