Cada 20 de mayo, celebramos el Día Mundial de las Abejas, para conocer más sobre estos pequeños insectos y su papel en la Tierra. Porque, más que productoras de miel, mediante la polinización, las abejas cumplen un rol principal para mantener la vida en el planeta. Mientras que otros insectos, como las mariposas y avispas polinizan entre el 5 y 10 por ciento de los cultivos, las abejas fertilizan más del 70 por ciento (FAO, 2004). Solo en el Perú, tenemos aproximadamente, 140 especies de abejas y en el mundo, más de 20 mil.
La crianza de abejas en Perú
En nuestro país, son muchas las zonas con ventajas climáticas para criar abejas. Es por ello que, desde tiempos memorables, la apicultura es una de las actividades productivas de gran alcance. Se destacan Cusco, La Libertad, Apurímac y Cajamarca, como las regiones que lideran el ranking por la cantidad de colmenas que tienen, según el Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri). En estas regiones, encontramos ecosistemas naturales que favorecen la polinización y se han convertido en el hogar de abejas y apicultores.
Lanchez: el paraíso escondido de la apicultura
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En Cajamarca, se encuentra el distrito de Niepos o como le llaman “Sucursal del cielo”, por la rica variedad de flora y fauna que alberga. Lanchez es uno de sus centros poblados con poco menos de 400 habitantes, la mayoría dedicada a la ganadería, agricultura y apicultura. Entre estos últimos, está Adelmo Medina, un apicultor nato que continúa la tradición familiar, pero que hoy en día, desarrolla esta actividad de una forma más tecnificada y profesional. Él, hace algunos años, participa de los proyectos de la Línea Estratégica Cadenas de Valor de la Fundación Ayuda en Acción.
“Me gusta la crianza de abejas. Es todo un mundo nuevo por descubrir y se aprende cada día más. Mis padres aprendieron por mis abuelos, y así. Pero yo, con las capacitaciones, ya estudio más sobre las enfermedades de las abejas, los cuidados de las colmenas, la protección del medio ambiente, entre otras cosas que, nos han ayudado a mejorar nuestro trabajo y nuestra economía”, comenta Adelmo.
Además, señala que, sin las abejas, la vida no sería posible, asegura que son “un puente para polinizar y desarrollar la alimentación agraria y completar la cadena alimentaria”.
Como Adelmo, son más de 40 mil apicultores en el Perú, de acuerdo a últimas cifras del Censo Nacional Agropecuario (Cenagro). Para formalizar y orientar su trabajo, el Midagri desarrolló el Plan Nacional de Desarrollo Apícola 2015 – 2025 que, tiene como objetivo establecer las bases para una apicultura competitiva, rentable y sustentable.
Las abejas y el oro dulce de los Andes
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Las colmenas deben estar en lugares frescos, con sombra y, sobre todo, libres de contaminación. También, las técnicas de agricultura en esas zonas, deben desarrollarse con métodos orgánicos, evitando el uso de insecticidas, herbicidas y en general productos químico, para evitar la muerte de las abejas y obtener un producto saludable: la tan deseada y deliciosa miel de abeja.
Como resalta Adelmo, haciendo una pausa a su trabajo, “criar abejas es mejorar la vida de las personas”.