¿Puede ser la ruralidad un problema y a su vez una oportunidad para los jóvenes de este país?
Han pasado más de 15 años cuando las diferentes circunstancias me empujaron a optar por la migración del campo a la ciudad. Salí con la ilusión de buscar sueños. Soy de esa generación, en la que nuestras madres y padres nos motivaban a viajar, a ir a la ciudad en busca de nuevas y mejores oportunidades y dejar la ruralidad atrás.
Con el tiempo, ese mandato inconsciente se convirtió en una constante para miles de jóvenes, a tal punto que hemos terminado saturando las ciudades y sin darnos cuenta, vaciando la zona rural.
Parece exagerado decir que la zonas en condiciones de ruralidad se están quedando vacías, pero es cierto. Según información la Secretaria Nacional de la Juventud-SENAJU en el marco de la “Política Nacional de la Juventud”, el 83% de los jóvenes radican en zonas urbanas y solo el 18.7% lo hacen en zonas rurales.
Lima, por ejemplo, concentra el 30.9% del total de jóvenes, Piura el 6.6%, La Libertad: el 6.1%, Puno, Cajamarca, Cusco, Arequipa y Lambayeque 4% respectivamente; Moquegua, Tumbes y Madre de Dios concentran la menor cantidad de jóvenes con un 0.5% de respecto a otras regiones.
Problemas en zonas rurales
Cuando terminé la secundaria, me hubiera gustado quedarme en mi pueblo, pero tuve que irme. Y lo hice para tener acceso a la educación, encontrar un mejor empleo, emprender, acceder a servicios básicos y a tecnología -que por esos años solo lo escuchábamos por la radio. Migrar no fue fácil.
Casi dos décadas después, las condiciones en la zona rural no han cambiado mucho y esta realidad a muchos nos pesa. Según información del Instituto de Estadística e Informática-INEI, el nivel de pobreza puede resultar más alto dependiendo de la zona. El área rural concentra casi el 40% de la pobreza respecto a la zona urbana que concentra el 22%.
Según este mismo estudio, solo en la sierra rural se estima que un 44.3% de su población está afectada por la pobreza. En la selva rural un 35% de los habitantes son pobres. Asimismo, en la zona rural de nuestro país, el 25% de los jóvenes no trabajan ni estudian y los casos de violencia contra las mujeres representa un 85%, siendo los casos más destacados la violencia contra mujeres jóvenes.
La zona rural se está quedando vacía, los integrantes de las organizaciones de productoras y productores tienen entre 40 y 60 años. ¿Dónde están los jóvenes de estas zonas? Los jóvenes de hasta 30 años se han ido a la ciudad, buscando una “mejor vida”.
Sin lugar a dudas, uno de los grandes retos que se viene en los próximos años es generar las condiciones para que la zona rural sea vista como una opción de desarrollo y no como una condena de nacimiento.
En otras palabras, se debe generar acciones para que las niñas, niños y adolescentes crezcan en un ambiente adecuado, donde existan las mismas condiciones para acceder a educación, donde llegue la limitación de tecnología, donde para acceder a justicia no se tenga que viajar por horas, donde su participación no esté condicionada a la medida del adulto y donde las niñas tengan exactamente las mismas oportunidades que los niños.
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Fuentes de empleo juvenil en el Perú en zonas rurales
- Agricultura y ganadería: La agricultura es una de las principales actividades económicas en las zonas rurales de Perú. En este sentido, los jóvenes pueden trabajar en la siembra, cosecha y cuidado de cultivos, así como en el cuidado y manejo de animales en actividades ganaderas.
- Turismo rural: Muchas zonas rurales en Perú cuentan con atractivos naturales, paisajes hermosos y riqueza cultural. Por consiguiente, pueden aprovechar estas características para desarrollar emprendimientos turísticos, como la creación de hospedajes rurales, guías turísticos locales, actividades de ecoturismo, artesanía y gastronomía tradicional.
- Energías renovables: Con el creciente interés en el uso de fuentes de energía renovable, existen oportunidades laborales en el campo de la energía solar, eólica, hidroeléctrica y bioenergía. Por ende, también pueden formarse en instalación y mantenimiento de sistemas de energía renovable, contribuyendo así al desarrollo sostenible de sus comunidades.
- Artesanía y productos tradicionales: Los jóvenes pueden aprender y promover la producción de artesanías locales, como tejidos, cerámica, tallado en madera o joyería. Esto les permitirá generar ingresos a través de la venta de productos artesanales en mercados locales, ferias o incluso a través de plataformas en línea.
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Oportunidades para jóvenes en la región rural
Fundación Ayuda en Acción ha empezado desde hace algunos años a mirar la zona rural como una oportunidad de desarrollo. Estamos enfocándonos a crear un modelo de intervención donde las niñas, niños y adolescentes tengan condiciones de una vida segura, libre de violencia, sin embarazos a temprana edad.
Asimismo, buscamos que aprendan a su propio ritmo a descubrir el mundo, fortalezcan sus habilidades para la vida, accedan a una educación de calidad, ejerzan una ciudadanía responsable mediante su participación en las decisiones de su comunidad y que tengan la libertad de elegir y construir su identidad.
¿Quieres ser esa persona especial que hoy da La Oportunidad?
El 19.1% de los jóvenes en el Perú no estudia ni trabaja. Ellos merecen la oportunidad de tener un mejor futuro. Ayudarlos está a nuestro alcance.

Por David Bardales.
Coordinador Línea de Protección.