Afianzar competencias en los niños, niñas y jóvenes será el rumbo de todas nuestras acciones enmarcadas en aportes y mejoras a la educación en las comunidades en donde intervenimos.
Hace un poco más de dos años y medio, cuando se decretaron dos semanas de cuarentena debido al estado de emergencia sanitaria como una medida de prevención frente a la expansión acelerada de contagios por COVID-19, nadie pensó que se iniciaban diversos cambios que afectarían a nuestra sociedad a todo nivel, incluso a nivel de nuestras interrelaciones y desarrollo personal.
El cambio educativo más importante producto de las medidas tomadas por el Estado peruano, estuvo orientado a la suspensión de clases presenciales y la implementación de una estrategia de educación a distancia inédita: “Aprendo en Casa”. Crear y difundir experiencias de aprendizaje a través de medios como televisión, radio e internet implicaron un cambio drástico en los procesos educativos tradicionales, dirigido a paliar el impacto del encierro y la imposibilidad de acceder a las clases presenciales; sin embargo, esto amplió algunas brechas reconocidas y descubrió otras. Las dificultades para el acceso a medios de comunicación y herramientas digitales, el reconocimiento de la urgencia de atender las necesidades socioemocionales de estudiantes, y la disminución dramática de los logros de aprendizaje, se redescubrieron de pronto en el centro de la discusión pública en torno a la educación y sus carencias estructurales.
Apoyando espacios para afianzar competencias y entender las prioridades del sector
Tomando como punto de partida el contexto anterior, este año se realizó una nueva edición de #CADEEducacion, foro promotor de la construcción de una agenda de prioridades para la calidad educativa. En esta ocasión, el análisis colaborativo generó como resultado un decálogo de líneas de trabajo para fortalecer el sistema educativo nacional: la atención emocional, el foco en la primera infancia, el potencial de los adolescentes, el aprovechamiento de entornos de aprendizajes en comunidades, educación híbrida promotora del aprendizaje autónomo, la formación superior innovadora y articuladora con el mercado laboral, escuelas integradas y colaborativas, equipos directivos inspiradores y líderes, docentes que revolucionen la educación, y actores en general que apoyen colaborativamente en la recuperación de aprendizajes y las etsrategias para afianzar las competencias de niños, niñas y jóvenes en edad escolar.
En la misma dirección de lo propuesto por los expertos en #CADEEducacion, el desarrollo de capacidades docentes para generar innovaciones curriculares, la capacitación y financiamiento de emprendimientos escolares, la mejora de capacidades para el uso de tecnología y la incorporación de espacios comunitarios participativos relacionados al manejo de emociones son algunas de las apuestas que Ayuda en Acción ha desarrollado este año para fortalecer un conjunto de competencias vinculadas a promover la permanencia escolar, la transitabilidad entre niveles educativos y la generación de condiciones para el emprendimiento; bajo un enfoque que promueve el bienestar y la autonomía en el marco de la igualdad de oportunidades.
Nuestra apuesta institucional para los próximos años se orienta a seguir mejorando estas acciones a través del afianzamiento de competencias fundamentales para la formación de una ciudadanía preparada frente a los retos que imponen el contexto actual y los escenarios futuros, promoviendo la inserción apropiada de jóvenes en el sistema productivo en las condiciones y preparación adecuadas, sentando las bases para que cumplan con sus objetivos personales y contribuyendo al objetivo de lograr una vida plena y digna.
Escrito por:
Jorge Cabrejos Silva, Coordinador de Educación e Innovación.