El silencio sísmico en la zona costera, entre Chimbote y Pisco, es de 270 años. Todos los especialistas coinciden en que un sismo de grandes proporciones podría ocurrir en cualquier momento. ¿Estamos preparados? No. ¿Podemos mitigar sus efectos? Sí. Tomar conciencia es el primer paso, esto sumado a la organización de la población y la educación en prevención es la mejor fórmula para evitar que episodios de la naturaleza -como terremotos, inundaciones o sequías- se conviertan en desastres.
[caption id="attachment_2666" align="alignnone" width="1200"] "El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria es un recordatorio anual de la necesidad de actuar para aliviar el sufrimiento" - Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU[/caption]
Nuestro territorio es parte del Cinturón de fuego del Pacífico y la naturaleza nos lo recuerda permanentemente. Solo en lo que va de agosto se han producido 39 sismos perceptibles, en algún lugar de nuestro país. Lima se encuentra entre las zonas más vulnerables por la inestabilidad del suelo, su cercanía al mar, sus construcciones sin previsión técnica y la cantidad de habitantes. La población lo sabe pero una cosa muy distinta es la toma de conciencia. Necesitamos trabajar en ello y anticiparnos para que cuando llegue el momento cada quien sepa qué hacer y qué rol cumplir.
La Fundación Ayuda en Acción forma parte del movimiento internacional de organizaciones que incluyen, dentro de sus procesos de contribución a la reducción de la pobreza, programas de prevención y gestión de riesgos. Esto significa que cuando se proyecta al desarrollo de una comunidad también contempla qué factores podrían impactar negativamente y obstaculizar que las mejoras sean sostenibles, es decir promueve la prevención.
Organización de Comités comunitarios para la prevención
Para una comunidad que está luchando por salir de la pobreza un fenómeno natural podría traer consecuencias catastróficas y traer abajo todo lo avanzado. Las familias tendrían que enfrentarse a pérdidas de sus ya limitados bienes, daños de sus animales de crianza y lo que es peor poner en riesgo sus propias vidas.
Para prevenir que se magnifiquen los efectos de un sismo, un huayco, o cualquier otra manifestación de la naturaleza, es que se realizan acciones de prevención y gestión de riesgos. Se organizan los llamados comités comunitarios, que están integrados por personas que representen a toda la comunidad.
Estos grupos humanos reciben el acompañamiento necesario y formación para que aprendan a reconocer los peligros y a identificar los factores de riesgo que podrían ocasionar desastres. Una de las principales tareas de los comités comunitarios es elaborar un mapa parlante, previo consenso de la comunidad, destacando los lugares y acciones estratégicas que tendrían que activarse en una emergencia.
Para prevenir hay que visualizar la realidad en un mapa parlante
Un mapa parlante, es un instrumento gráfico que permite por un lado identificar las zonas de peligro y vulnerabilidad de una comunidad, pero lo más importante es que refleja las vías de evacuación y las zonas de refugio, que las personas han identificado previamente. Su aplicación es fundamental para que a partir de esta señalización se trabaje en un plan para controlar o reducir al máximo los daños o pérdidas esperadas.
Capacitación y formación de brigadas
En un plan de prevención es básico establecer roles en la comunidad. Para ello es necesario formar brigadas de primeros auxilios, rescate, evacuación, brigadas para el manejo de albergues temporales, para la administración logística y brigadas que se encarguen de administrar los sistemas de comunicación que les permitan contactarse con las autoridades locales más cercanas y reportar los daños. De esa manera se facilita el camino para la llegada de auxilio y ayuda humanitaria.
Sistema de alerta temprana es básico para la prevención
Contar con un Sistema de alerta temprana (SAT) es la manera más eficaz de anticiparte a una situación de emergencia. Su función es lanzar la voz de alerta ante los cambios que pudieran estar ocurriendo en los factores que provocan desastres. Permanentemente el SAT tiene que estar en vigilancia, por ejemplo de la crecida de un río, del cambio del clima, de posibles deslizamientos de tierra, y del monitoreo de los movimientos telúricos.
Otros mecanismos de prevención
Desde la fundación hacemos un llamado para que la población en general tome conciencia y participe con responsabilidad en ejercicios tan importantes como son los simulacros. Estos deben hacerse con mayor cuidado en los centros educativos, de esa manera aseguramos que las niñas y los niños tomen las cosas con calma cuando se produzca una incidencia.

La experiencia ha demostrado que incluir la prevención en nuestra cotidianeidad puede salvar vidas. Debemos contar mínimamente con una mochila de emergencia que contenga un botiquín de primeros auxilios, artículos de higiene, alimentos no perecibles, agua, abrigo y dinero. Y organizarnos en casa para que cada miembro de la familia asuma un rol, ya sea de contención durante el episodio, como de respuesta a la emergencia.
Es necesario establecer puntos de concentración y tener a la mano los números de emergencia como el 119 que ha habilitado Indeci para casos de sismo. Para utilizarlo es necesario que la familia en conjunto haya acordado un número telefónico que todos recuerden para dejar un mensaje grabado y de esa manera facilitar la comunicación en momentos en que seguramente se interrumpirá la señal telefónica.

Estas previsiones pueden hacer que como país podamos enfrentar de mejor manera las primeras horas posteriores a un evento de la naturaleza y que disminuya inclusive las afectaciones al Producto bruto interno nacional.
Ayuda en Acción como integrante del Consorcio humanitario nacional e internacional se mantiene expectante ante situaciones de emergencia provocadas por la naturaleza y de ser necesario manifestar su presencia para llevar ayuda humanitaria a las poblaciones vulneradas.