La Fundación Ayuda en Acción cumple 30 años trabajando al servicio de comunidades rurales y periurbanas del país. En ese marco organizó el Foro Smart Rural Communities, dentro de la VII Semana de la Inclusión Social, para plantear un modelo de desarrollo innovador que busca hacer comunidades sostenibles, con apoyo de la tecnología, pero teniendo como centro a la persona.
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“Yo creo que si a una persona joven de Cajamarca, Madre de Dios, Puno o cualquier región del país, se le propone como alternativa replicar la forma de vida que tuvieron sus papás o sus abuelos, en este momento resulta muy complicado. No resulta atractivo porque seguimos manteniendo elementos hereditarios de pobreza y desigualdad. Si somos capaces a través de una formación del capital social que acompañe la incorporación de energía y conectividad encontraremos un nuevo enfoque de desarrollo territorial con oportunidades”, expuso Fernando Mudarra, director ejecutivo de la Fundación Ayuda en Acción.
Este nuevo enfoque de desarrollo territorial busca encontrar oportunidades de desarrollo concretas en las comunidades rurales centrándonos en la capacidad de innovación de las personas y usando como herramienta central a la tecnología. Además, pretende erradicar la percepción de que las personas deben migrar a las ciudades para tener oportunidades, así como poner en valor el aporte de las comunidades rurales en el desarrollo del país.
En este foro, que se presentó en el Centro de Convenciones de Lima, participaron Yener y Dianeth, dos jóvenes de Condorcanqui, Amazonas y Llalli, Puno, respectivamente. Dos comunidades rurales con problemáticas símiles de alcoholismo, violencia familiar y sexual, infecciones de transmisión sexual y ausencia de justicia. Transmitieron la necesidad de sentir la cercanía del Estado en sus ámbitos, pero también el anhelo como jóvenes, de superarse y concretar un proyecto de vida que a su vez alimente el desarrollo de sus comunidades.
El panel conformado por: Pablo De la Flor – Sociedad Nacional de Minería Petróleo y Energía, Enrique Azorin-Albiñana– Fundación Energía Sin Fronteras, Lubinda Velásquez – Corporación Mondragón, y Rossana Taquía – Impulsa Perú, coincidió en señalar que el modelo Smart Rural Communities ha llegado para quedarse y que es necesario implementarlo, hacerlo viable con planes de energía renovable, conectividad y emprendimiento.
Fernando Mudarra indicó que es todo un reto y para hacerlo realidad es necesario convocar y articular actores de diferentes sectores de la sociedad involucradas en el desarrollo del Perú: académico, corporativo, de la sociedad civil y gobierno.