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En la laguna de Yanacocha de Paras, los pobladores también han emprendido la crianza de truchas.[/caption]
En Paras, uno de los seis distritos de la provincia de Cangallo, Ayacucho, los pobladores comenzaron a echar de menos sus lagunas y humedales abundantes; así como sus campos verdes, con follaje para su ganado. Ésta, al igual que muchas zonas alto andinas, ha comenzado a sufrir de estrés hídrico, uno de los efectos más saltantes del Cambio Climático. Ayuda en Acción y su socia Centro de Desarrollo Agropecuario - CEDAP están actuando para revertir estos efectos a través del programa Siembra y Cosecha de Agua.
“Años atrás, en tiempos de 1980 existía abundante nevada por lo que teníamos mucha agua pero con el paso de los años, el nevado empezó a desaparecer, el agua disminuyó, los puquiales comenzaron a secarse. Nuestros animales se morían porque no tenían agua que tomar, ni pastos que comer. No teníamos suficientes recursos para alimentar, ni educar a nuestros hijos”, afirma Godofredo Tacuri, presidente de la Asociación de Productores de Camélidos Sudamericanos de la Microcuenca Portuguesa Ritipata Apacheta.
Paras se encuentra a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar. A esta altura las tierras no son muy productivas y la ganadería se convierte en la actividad principal para el sustento económico de las familias. La crianza de alpaca, por ejemplo, es una alternativa importante, pero insostenible, si el agua continúa disminuyendo.
Los integrantes de la Asociación de Productores de Camélidos Sudamericanos de la Microcuenca Portuguesa Ritipata Apacheta lo saben bien; sin sus lagunas, sin los humedales que se forman por la filtración del agua de lluvia, la vida es insostenible tanto para sus animales como para ellos mismos.
Han comprendido también que de manera desorganizada, y cada uno trabajando en lo suyo, es muy poco lo que pueden hacer. Sin embargo, unidos y organizados es posible no solo resistir los efectos del cambio climático, sino revertirlos y mejorar a su vez sus ingresos y calidad de vida. Actualmente la asociación cuenta con 24 socios activos y en conjunto tienen en promedio 3,000 alpacas, cuya crianza les proporciona carne, fibra, y piel, que pueden comercializar en mercados circundantes.
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La apropiada gestión de agua de lluvia garantiza buenos pastizales para sus camélidos.[/caption]
Godofredo Tacuri, casado con Melva Candiote, preside esta asociación fundada en 2009. Ellos viven en un pequeño caserío que se llama Anccoya, perteneciente al Anexo Santa Fe, del Centro Poblado de Tunsulla, en el distrito de Paras, provincia Cangallo. Se han convertido en motores de este proyecto y están decididos a dejarle a sus cuatro menores hijos un patrimonio natural y a enseñarles a proteger el medio ambiente.
“En Santa Fe ya tenemos ocho lagunas en la que sembramos y cosechamos agua de lluvia. Para este trabajo Cedap y Ayuda en Acción nos facilitan herramientas como picos, palas, carretillas, y nosotros nos organizamos para poner la mano de obra, nos turnamos en la comunidad y así trabajamos”, comenta don Godofredo.
¿Cómo se puede sembrar y cosechar agua?
El Programa Siembra y Cosecha de Agua está basado en una práctica ancestral de gestión del recurso hídrico. Esta estrategia, concentrada en la captación de agua en vasos naturales, se viene aplicando desde el año 2003, en los distritos de Totos, Chuschi y Paras de la provincia de Cangallo. Consiste en la construcción de diques de piedra con núcleos de arcilla, que permiten el almacenamiento de la lluvia en lagunas y lagunillas. Este procedimiento a su vez propicia que el agua, al infiltrarse a través del suelo y subsuelo, alimente a los acuíferos que dan origen a los ojos de agua o puquios, y el mejoramiento de los humedales tan importantes para la conservación de los ecosistemas.
Solo en el anexo Santa Fe, se ha conseguido que el volumen total de las lagunas aumente de 258,000m3 a 532,500m3.

Así mismo, para mejorar el uso eficiente del agua almacenada, han incorporado la instalación de una válvula reguladora de salida de caudal. Con este dispositivo los comuneros controlan el uso racional del recurso generando la ampliación de bofedales y humedales, y conducen el agua para la producción de pastos naturales y asociados, que son necesarios para la alimentación de las alpacas.A la fecha, en estos tres distritos ayacuchanos, se han represado 16 lagunas ubicadas a una altura promedio de 3.500msnm. Con este método se ha conseguido que 825 familias de 9 comunidades eleven su almacenamiento de agua de 428.600M3 a 930.500 M3, es decir, que obtengan más del doble del volumen de agua cosechada. Todo gracias al esfuerzo articulado entre comunidad, municipio local y Ayuda en Acción – CEDAP.
Este programa corresponde a un sistema integrado de otras prácticas asociadas que consisten en el manejo de suelo, forestación, agua y pastos. Adicionalmente, a nivel familiar se promueve la rotación de canchas para pastoreo, la construcción de zanjas de infiltración, el control de cárcavas y andenerías, como alternativa a un proceso de diagnóstico y a su visión de futuro que se proyecta en mapas parlantes. De esta manera, el aprendizaje de manejo del agua viene garantizando la mejora en producción ganadera, contribuyendo a mejorar la calidad de vida de los niños, niñas, sus familias y toda la comunidad.
¿Cómo intervienen los padrinos?
El programa Siembra y Cosecha de Agua, no solo está cambiando vidas y garantizando la seguridad y soberanía alimentaria de las familias de Paras, Totos y Chuschi; también supone un avance en la mitigación de los efectos del cambio climático, y la sostenibilidad de una pequeña parte de nuestro planeta. Lo mejor de esta buena nueva es que es posible gracias a la solidaridad de las personas que mediante el apadrinamiento y su contribución desde un sol diario, colaboran con un niño o una niña y su comunidad.
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Godofredo y su hija Melva de 9 años de edad que integra el programa de apadrinamiento.[/caption]
Don Godofredo tiene cuatro hijos, todos en edad escolar. “A nivel del anexo de Santa Fe somos 30 familias y apenas 15 de nuestros niños integran los Vínculos Solidarios de Ayuda en Acción, mis hijos también son parte, y sabemos que gracias a ellos que cuentan con un padrino, hemos podido realizar estos trabajos”, manifiesta Godofredo.
“Participar en el proyecto ha cambiado la vida de mi familia y mi comunidad, porque ahora con el agua cosechada mis alpacas ya no mueren de hambre, tienen suficiente pasto. Las lagunas ahora se están filtrando y dando origen a los puquiales. Antes se secaban hasta la base, ahora ya lo tenemos durante todo el año; además, le hemos puesto una llave de válvula para que podamos regar los pastos naturales en tiempo de sequía.
Nuestros ingresos económicos también han mejorado, antes una alpaca lo vendíamos a 50 soles, ahora cuesta 150 soles porque está mejor alimentada, tiene mayor peso, carne, y su fibra se está recuperando cada vez más con mejoramiento genético. Gracias a ello me permite poder educar a mis hijos y alimentarlos mejor. Mi mentalidad es que mis hijos continúen sus estudios y sean buenos profesionales, que salgan adelante. En la asociación estamos avanzando más y más, nos sentimos orgullosos viendo nuestro trabajo”, finaliza.
Las personas interesadas en contribuir con este y otros proyectos que impulsa Ayuda en Acción para contribuir a la erradicación de la pobreza, pueden comunicarse al T. 6112066 o dejar sus datos en http://www.yoapadrinodecorazon.com/