Embarazo adolescente. Hay patrones en la vida que no merecen ser repetidos. Y Josefa es una joven que lo ha demostrado. Su abuela y bisabuela fueron madres a muy temprana edad, además sin recursos, ni la oportunidad de ir a la escuela. Su madre, apenas inició la primaria y dejó sus estudios, cuando salió embarazada. En ese entonces, sus sueños se convirtieron en recuerdos. Pero, se prometió formar a su hija para cambiar esa situación.
En el Perú, según cifras del Ministerio de Salud, hay cuatro nacimientos diarios como consecuencia de embarazos de menores de 10 a 14 años. Josefa pudo haber sido una de ellas.
Prevenir e informar para frenar el embarazo adolescente
En el Perú, cada año, más de mil menores de 15 años se convierten en madres. Sólo en lo que va del 2023, y hasta junio, 365 niñas entre 11 a 14 años salieron embarazadas. Muchas de ellas, como consecuencia de una violación. Y, si le sumamos los casi 9 mil casos de denuncias por violencia sexual contra menores de 12 a 17 años, registrados por los Centros de Emergencia Mujer (CEM), hasta el mes abril, la situación se agrava aún más.
Esta es solo una pequeña radiografía de una problemática estructural y compleja. Sin embargo, ni las cifras que se asignan a prevenirla, demuestran un mejor panorama. El 77% del presupuesto del Estado, destinado a generar acciones para reducir estos altos índices, es utilizado para pagar personal.
“Y a esto se suma el poco trabajo multisectorial. Eso empeora la situación de las niñas. Las consecuencias, recaen directamente en su salud física y emocional. Luego, tenemos problemas de depresión, ansiedad, y adolescentes, a quienes sus planes de vida se les quedan truncos”, señala José David Bardales, coordinador nacional de la Línea de Protección de la Infancia y Juventud de la Fundación Ayuda en Acción.
El caso de Josefa escapa de esta dura realidad, de la que ciento de niñas y adolescentes son víctimas. Expuestas a un riesgo mayor, ya que no están preparadas, ni física, ni emocionalmente.
David Bardales: “La infancia es nuestra mayor inversión para el futuro”
La infancia siempre debería ser nuestra mayor inversión para el futuro. Por eso, desde la Fundación Ayuda en Acción, impulsamos un trabajo integral desde la niñez. Trabajamos con las madres y padres de las y los adolescentes para afianzar los lazos de confianza y comunicación. Realizamos un trabajo articulado con la comunidad y autoridades locales para que brinden un acompañamiento estratégico.
Así como Josefa, queremos que todas las niñas y niños vivan intensamente. Ayudémosles a saber que cada etapa tiene que vivirse de manera informada y responsable. Generemos oportunidades, porque nunca será suficiente.
Josefa fue la primera en terminar la escuela en su familia, la única de su promoción y la primera de varias generaciones en acceder a educación pública superior. También, la primera en acceder a un trabajo formal, gracias a la oportunidad que se le presentó y supo aprovechar. Así, convirtió sus propios sueños en realidad, sorteando las duras cifras que trae condigo el impacto de un embarazo en la adolescencia. En la mayoría de casos, en poblaciones vulnerables y con altos índices de pobreza.