Por mucho tiempo, el empoderamiento de la mujer ha sido un tema invisibilizado por el machismo. Sin embargo, a lo largo de los años, son las mismas mujeres quienes se han encargado de alzar su voz y defender sus derechos. Conoce de la mano de Ayuda en Acción, la importancia histórica, social y económica que ha tenido el empoderamiento de la mujer en nuestra historia.
La importancia del empoderamiento de la mujer
El 08 de marzo de 1908, un incendio en una fábrica textil en Nueva York marcó un hito dentro de la historia de las mujeres. Dentro de las instalaciones, un grupo de mujeres reclamaba la igualdad de derechos laborales para ellos y ellas. Pese a que su vida quedó ahí dentro, su espíritu transformador dio inicio a un movimiento más grande en el reconocimiento de la igualdad de condiciones. Más tarde, se decretó esta fecha como conmemorativa y una oportunidad para visibilizar los avances y desafíos de las mujeres en la sociedad.
En Ayuda en Acción, reconocemos esta lucha diaria y por ello, promovemos un enfoque transversal de género. Buscamos generar igualdad de oportunidades y fortalecer las capacidades de las mujeres para aumentar su participación en los procesos de toma de decisiones y autonomía económica. Trabajamos por ellas y con ellas para que sean dueñas de su futuro y dejen escuchar su voz. Es importante promover un empoderamiento responsable y consciente, tanto en hombres y mujeres, que permita que tengamos sociedades justas y un mejor futuro para las próximas generaciones.
Empoderamiento de la mujer: ¿qué es?
Es hablar de su autonomía y desarrollo integral. Es reconocer y visibilizar su voz. Para ello, se necesitan de acciones individuales como políticas públicas que aseguren y garanticen el cumplimiento de sus derechos.
En 1993 se realizó la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en Viena. Aquí, se alcanzó uno de los logros más significativos de las voces femeninas en el entorno público e internacional. Se declaró que "los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales".
El empoderamiento de las mujeres es un proceso histórico y complejo que ha ganado un espacio importante en la agenda pública. Y desarrollar conciencia sobre la problemática de género, como la violencia, es donde radica su significado.
Empoderamiento de la mujer: cifras en Perú
Las mujeres representan la mitad de la población mundial, sin embargo, esto no se refleja en la participación que ellas tienen dentro de entornos políticos, sociales, educativos o laborales.
Si bien, se ha avanzado en visibilizar y contrarrestar esta distancia de desigualdad, las cifras aún demuestran que hace falta un gran trabajo. En esta pandemia, por ejemplo, más de 370 mil estudiantes tuvieron que dejar sus estudios, de este grupo, las mujeres fueron las más afectadas, sobre todo de las zonas rurales. Entre las causas, está el embarazo adolescente, los prejuicios sociales, o la necesidad de trabajar.
La inequidad laboral es otro de los sectores en el que mujeres no alcanzan las mismas oportunidades o no gozan de las mismas condiciones. De acuerdo al Ministerio de Trabajo, el 53% de las mujeres tiene empleos vulnerables. Esto, quiere decir que son parte de la informalidad. Además, en la pandemia, la pérdida de empleos afectó, en su mayoría, a las mujeres. Y, por otro lado, los estereotipos sociales refuerzan la idea de que las tareas domésticas son exclusivamente un trabajo de las mujeres. Como consecuencia, ellas dedican 23 horas más a la semana que los hombres.
Una mujer en acción

“En un mundo de hombres, las mujeres pudimos empoderarnos”, dice Digna con mucho orgullo.
Digna vive en Sechura, Piura, y por más de 20 años se dedica a la artesanía marina. Hace algunos años, participa del proyecto AcuiPesca que promueve la Fundación Ayuda en Acción en Perú y recibe acompañamiento para mejorar sus productos y ventas.
El esposo de Digna es pescador, y el entorno en el que se desarrolla esta actividad es, muchas veces, machista. Pero, ella no quiso ser parte de esta situación, quería un cambio y tenía el arte en las manos para hacerlo. Se dio cuenta de que se vertían muchos residuos de las conchas de abanico, una de las principales actividades en la Bahía de Sechura. Entonces, con las mujeres de su asociación, recogían estos desechos, los procesaban y convertían en artesanías para vender. Un modelo sostenible económica y ambientalmente que ha permitido que saquen adelante a sus familias. Gracias a las capacitaciones de la fundación, Digna se convirtió en una mujer líder en su comunidad. Y sin darse cuenta, otras mujeres siguen su ejemplo.
Hoy, es vicepresidenta de la Asociación de Mujeres Productivas y Artesanas Multiservicios Sechura (AMPAM) y promueve un empoderamiento responsable entre las mujeres que la conforman.
“Aporto económicamente a mi familia y, además, me siento libre”, asegura.