El 8 de marzo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, una fecha de reflexión en donde vale la pena resaltar el avance de la inclusión de mujeres en materia laboral, educativa y económica, pero sin perder el foco en los desafíos que aún representa la brecha de género en el Perú.
Desde la Fundación Ayuda en Acción, queremos poner en el centro a las mujeres. En concreto, ponemos el foco en la importancia del avance de las mujeres para que las comunidades en las que viven prosperen de forma más inclusiva, más justa y con más derechos. Por ello, en el Día de la Mujer, damos visibilidad a historias reales de mujeres que, gracias a oportunidades en empleo, educación y emprendimiento, han logrado construir un futuro mejor para ellas y para quienes les rodean.
Oportunidades para mujeres
Rusbiña es una joven de 27 años en la comunidad de Patacancha, ubicada en Ollantaytambo, Cusco. Su historia no carece de obstáculos. Desde pequeña, tuvo un acceso muy limitado a la educación, vivía en condiciones de vulnerabilidad y, además, tenía una madre enferma y un padre alcohólico.
A los 20 años, Rusbiña quedó embarazada. Esta noticia fue un balde de agua fría para ella, pues a su extensa lista de dificultades se sumaba una barrera más para conseguir trabajo.
▶ Descubre “La Oportunidad”
Ayuda en Acción trabaja en Ollantaytambo desde 2020 para brindar herramientas para empoderar económicamente a las mujeres de del valle, y lograr su independencia financiera.
"El programa comprende tres líneas de acción para generar oportunidades: el acceso a la calidad educativa, promoción del empleo y aceleración de emprendimientos. Hoy, en el Día de la Mujer, reafirmamos nuestra intención de apoyar a muchas más mujeres en el país", señaló Isabel Cajías, directora país de Ayuda en Acción Perú.
Hoy, Rusbiña es parte de una comunidad de artesanas que ha desarrollado capacidades técnicas y habilidades y aporta desde su negocio en la economía local y de su familia.
Emprendimientos de mujeres
La Fundación Ayuda en Acción también brinda soporte a través de la colocación de capital semilla para apuntalar emprendimientos de alto impacto para personas vulnerables, como por ejemplo la población desplazada o migrante.
Alba utilizó su talento para hornear panes y pasteles como una solución para autoemplearse. Comenzó ofreciendo refrigerios corporativos, pero no iba a ser suficiente. Con el respaldo de Ayuda en Acción, recibió capacitación y participó en talleres que le permitieron obtener el capital necesario para obtener su propio horno industrial.

▶ Conoce a nuestra directora, Isabel Cajías
"Ahora puedo ofrecer a mis clientes mi amplia variedad de productos. Pero también me gustaría crecer y ya no atender desde casa, sino en un pequeño local donde pueda ofrecer mi pastelería, bocaditos, tortas y más", indicó la emprendedora.
Por su parte, Maryoris es una madre de familia que convirtió un mal rato en su pasión y su trabajo. Cuando su pequeña cumplió dos años, organizó una fiesta para ella y contrató a una persona para que se encargue de la decoración. El resultado fue un desastre.
Maryoris decidió que, si no podían ofrecerle un buen producto, ella lo haría por sí misma. Comenzó a dedicarse a la decoración de fiestas infantiles y otros eventos, reinvirtiendo sus ganancias en hacer crecer su empresa, hasta que pudo obtener el capital semilla de Ayuda en Acción y desplegar un plan de negocio que le permita dinamizar su emprendimiento.
Rompiendo la brecha de género
Estas tres mujeres son solo una pequeña muestra de las millones de emprendedoras que mueven el país. El trabajo de Ayuda en Acción con mujeres no solo busca ofrecer formación y empleo, sino también impulsar cadenas de valor sostenibles y generar oportunidades que trasciendan generaciones.
Por ello, este 8 de marzo, en el Día de la Mujer, como organización, reafirmamos una vez más nuestro compromiso de seguir apoyando a más mujeres para que puedan escribir sus propias historias de éxito. Porque cuando una mujer avanza, toda una comunidad avanza con ella.