Esta Navidad, la pandemia nos obliga a ser creativos y buscar la manera de mantener vivo el cariño, pero conservando la distancia y tomando las medidas preventivas. No debemos darle la oportunidad a la Covid-19 de tocarnos o tocar a los que más amamos.
La Navidad tiene rostro de infancia. Las sonrisas de los niños y niñas llenan la casa de ilusión y colman el ambiente de ese “no sé qué”, que es el espíritu navideño. Nos inunda el sentimiento de querer confundirnos en un abrazo para desearnos lo mejor.
Sabemos que muchos hogares resentirán la ausencia de un ser querido. Pero estas fechas también nos invitan a ser resilientes, a recomponernos en la esperanza y en la fe de que un futuro mejor espera. Aprendamos de los niños y niñas que en esta pandemia se comportaron como verdaderos héroes. Aguantaron sin chistar, permanecer en casa por más de nueve meses. Se adaptaron al cambio de las aulas bulliciosas por las clases virtuales. Contuvieron las ganas de ir a visitar a sus abuelitos, renunciaron a correr y atraparse jugando a las escondidas. Esta Navidad, nos ofrece la oportunidad de seguir aprendiendo, de valorar lo importante, de amar sin prisas y pausas, de regalar algo de ti.
Navidad: "Hemos crecido en solidaridad"
Este 2020, como fundación también hemos aprendido y crecido en solidaridad. Gracias a las madrinas, padrinos, socios y socias entregamos:
- Tarjetas solidarias para compra de alimentos
- Kits de higiene
- Kits de alimentos
- Equipos de protección personal para los profesionales de la salud
- Kits lúdicos con herramientas para la educación desde casa y compartir en familia
- Insumos para el consumo de agua segura
- Mensajes preventivos para evitar la propagación del virus, pero también para prevenir la violencia, y más
Hicimos nuestro mejor esfuerzo por llegar a donde realmente nos necesitan y el 2021 lo seguiremos haciendo, más y mejor. Ese es nuestro compromiso.
https://youtu.be/nhP5YmbEcvk
Te cuento como jugando, cuenta en Navidad
Una muestra de lo que ha sido este 2020, para dar respuesta a la emergencia por la COVID-19, es el libro Te cuento como jugando. Una publicación cuyo origen está en las narraciones creadas por niños y niñas de Huarocondo, en Anta (Cusco), que nació como proyecto hace seis años. Se puso en marcha un proyecto enfocado en la participación de la infancia rural, a través de la radio, expresión artística y escritura creativa. Así, muchos niños y niñas comenzaron a rescatar sus vivencias, anécdotas, a veces tristes, otras alegres y muchas, quedaron plasmadas en historias y dibujos.
Este 2020, un año singular, marcado por el distanciamiento social, nos impuso el reto de ser creativos en las formas de ayudar. Sabíamos que la educación virtual podía ser imposible en muchas comunidades rurales. Pues no cuentan con conexión a internet, dispositivos electrónicos, sin la práctica y uso de instrumentos digitales. Así, ¡optamos por una alternativa! Editar un texto compilatorio de los escritos de los niños y niñas de Huarocondo, para entregarlos a otros pequeños en edad escolar. Con el objetivo de que tengan una herramienta para ejercitar la lectura, pero, también fortalecer la salud mental. Esto es posible gracias al acercamiento entre padres e hijos, recuperando la sana práctica del relato oral.

👉 Catálogo Solidario de Ayuda en Acción
¿De qué se trata?
Te cuento como jugando también tiene una sección de actividades, en el que los niños y niñas pueden comentar sus apreciaciones y desarrollar su comprensión lectora. Y, lo más interesante es que también tiene una versión para niños y niñas quechuahablantes. Durante los meses de agosto y setiembre se entregaron 700 ejemplares en Cusco, 700 en Huancavelica, 700 en Piura y 100 en Cajamarca, como parte de los kits lúdicos.
Y, si deseas ayudar a que más niños y niñas, en situación de vulnerabilidad, lo reciban o adquirir uno para propiciar el intercambio cultural en tus hijos e hijas, puedes encontrarlo aquí 👉 https://www.flipsnack.com/FBF9AD5569B/.
Esta Navidad, haz #UnRegaloQueCambieVidas
Hoy más que nunca, #SomosAyuda T. 702 8600