Tener agua por dos horas, dos veces a la semana, solo es comparado con el suplicio de tener que ir en busca de un árbol o un matorral para guarecerse mientras se expulsan los desechos fisiológicos. Es lo que viven los habitantes de Chato Chico y Chato Grande, dos comunidades afectadas por las inundaciones de El Niño costero, que no solo pasaron zozobra en los días de emergencia sino que han visto intensificar una problemática que arrastran desde siempre, la falta de sistemas de agua y saneamiento.
[caption id="attachment_27570" align="aligncenter" width="1280"] Reunión con la Junta de Administración de Agua y Saneamiento marca el inicio de proyecto que abastecerá de agua segura a pobladores de Chato Chico y Chato Grande, gracias a concurso de Ferrovial.[/caption]
William Campbell, directivo de la Fundación Ayuda en Acción y Diego Manzana, ejecutivo de la empresa Ferrovial, hicieron un recorrido por estas comunidades del distrito de Cura Mori, para dar inicio a un proyecto que propone una solución urgente a esta demanda de años, con la instalación de letrinas ecológicas y con la construcción de un tanque que permita abastecer de agua y regular su consumo, mediante medidores individuales.
[caption id="attachment_27571" align="aligncenter" width="1280"] El proyecto también contempla la entrega de ecoletrinas, con dispositivo para la separación de orines y excretas, como los que ya se encuentran en funcionamiento en el albergue Cura Mori.[/caption]
Antes de El Niño costero, las familias de Chato Chico se abastecían de agua de una tanque, que luego de las inundaciones quedó inoperativo y a riesgo de desplomarse. En Chato Grande, existe un pozo, que supone un consumo de 1.800 soles mensuales, en promedio, que actualmente bombea agua a estas dos comunidades, sin embargo, al estar a ras de piso, la ley de gravedad impide llegar a los poblados que están a una altura mayor. Por ello, muchas familias han optado por cavar sus propios hoyos, conectar una manguera, y juntar algo de agua para su consumo.
“Tenemos problemas con la cubeta que nos da el agua, solo tenemos abastecimiento cada dos días. Servicios higiénicos no tenemos, vamos a hacer nuestras necesidades a campo abierto”, señala Vicente Inga Sánchez. María Yesquén More, agrega: “Nosotras acá vivimos sufriendo por la agüita. No tenemos baños, tenemos que ir al campo, y las niñas pasan peligros, son violadas porque tienen que ir al campo”. Ambos son pobladores del sector Chato Grande antiguo.
[caption id="attachment_27573" align="aligncenter" width="957"] Pobladores de las zonas altas tienen que cavar sus propios hoyos para captar algo de agua.[/caption]
Durante la visita, ambos representantes se reunieron con la junta directiva del servicio de agua y saneamiento de Chato Chico y Chato Grande y asumieron un compromiso directo con la población. A inicios del próximo año, lo que sigue es un estudio de suelos a profundidad e identificación de la zona idónea para construir el nuevo tanque, que dará alivio a más de mil familias, que están a la espera de la reconstrucción.