Desde el 11 de noviembre en Bakú, Azerbaiyán, se celebra la 29 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático, mejor conocida como la COP29. Este importante foro reúne a líderes de gobiernos, empresas y la sociedad civil para resolver un problema que está dejando víctimas en todo el planeta.
El calentamiento global y sus consecuencias no discriminan. En las últimas semanas hemos visto a España en crisis por la DANA, mientras que el año pasado el ciclón Yaku fue devastador para el norte del Perú.
COP29 y Ayuda en Acción
Desde la Fundación Ayuda en Acción, somos conscientes de los retos que el mundo enfrenta y es parte fundamental de nuestro plan de acción mitigar los efectos del cambio climático a través de programas y operaciones específicas en nuestras áreas de influencia, incluyendo Perú.
▶ Conoce nuestra Memoria Anual 2023
Desde Ayuda en Acción, compartimos una preocupación importante que se aborda en la COP29, es el financiamiento; ya que para conseguir resultados se necesitan recursos que permitan a la población más vulnerable encontrar soluciones sostenibles en el tiempo para evitar que una inundación destruya todo su esfuerzo de años.
En el Perú, un caso de éxito es el de Sechura, una bahía ubicada en la región de Piura y que, por esta misma ubicación está muy expuesta a desastres naturales como el Fenómeno El Niño.
COP29 y Sechura
El caso de Sechura coincide con los objetivos que persigue la COP29. Si el apoyo brindado por el programa en Sechura se extendiese a otras regiones vulnerables, el país estaría en una posición más favorable para enfrentar futuras contingencias. Sin embargo, para ello hacen falta recursos.
Una de las principales actividades económicas de Sechura es la producción de conchas de abanico. La región es responsable del 80% de la pesca de esta especie en el país, y emplea a más de 40,000 trabajadores en sus 13 centros poblados.
Cuando el ciclón Yaku golpeó el país, Sechura fue una de las regiones más afectadas con pérdidas superiores a los S/ 60 millones. La producción promedio pasó de 2.8 millones de unidades de conchas de abanico a apenas 456,000. La situación fue mucho peor con el Fenómeno El Niño de 2017, cuando la producción cayó hasta 51,000, menos del 2%.

▶ Descubre más a fondo nuestro trabajo en Sechura
Gracias a la colaboración de ANFACO CECOPESCA hemos desplegado el proyecto Acuimpulsa Sechura, para elaborar un diagnóstico y plan de acción que permita a la población de esta zona sobrellevar futuros eventos como este.
Bajo este proyecto se elaboró un estudio cuyo objetivo fue identificar el nivel de peligro que corren la pesca en Sechura por posibles desastres naturales. Además, evalúa sus condiciones de vulnerabilidad y recomienda acciones específicas para mitigar el riesgo y optimizar la cadena productiva de conchas de abanico, estimulando la recuperación del sector e impulsando la economía circular.
Sin embargo, cuando ocurren desastres naturales de este tipo, lamentablemente no golpean solo una bahía, sino que afectan regiones enteras. Por ello, es muy importante elevar nuestra voz en el marco de esta COP29 para sensibilizar al sector público, privado y la sociedad civil para colocar estas estrategias de prevención en la lista de prioridades.