[caption id="attachment_2483" align="alignnone" width="2592"] Lidia es una madre luchadora de Patoccocha, una de las nuevas comunidades que vamos a empezar a atender para mejorar la calidad de vida de sus pobladores. ¡Tú puedes luchar con ellas! T. 7028600[/caption]
Todas son especiales y únicas. Están las que son súper organizadas, las que tienen un detector de mentiras incorporado y pueden ver ‘más allá de lo evidente’, las que les gusta engreír y se esmeran en la cocina, las que están a la moda, las que son cómplices y amigas, y un largo etcétera por delante. Pero, hay algo que las define a todas por completo: toda, absolutamente toda madre quiere lo mejor para sus hijos.
En el Perú existen 8 millones 483 mil mujeres que son madres, el 24,9% son jefas de hogar y cada año más de medio millón viven esta experiencia por primera vez. A escasos días de celebrarse este día tan importante para la familia peruana es válido reconocer que hay madres que la tienen más difícil, como las madres adolescentes, las madres que salen adelante solas, o aquellas que viviendo en zonas alejadas de nuestro país, además tienen que lidiar con la exclusión y el olvido.
Madre solo hay una
Lidia Soto Pérez, pobladora de la comunidad de Patoccocha, es una de ellas. Tiene 28 años, es padre y madre para la pequeña Estrella, su única hija de dos años. Cuando nació sintió la emoción de toda madre primeriza, pero también sintió una gran angustia en su corazón. No solo tenía que luchar sola por ella, sino que además tenía que dar todo de sí para que su Estrellita, con labio leporino agravado, tenga derecho como todos los niños a sonreír.
Patoccocha es una comunidad asentada sobre los 4.000 m.s.n.m. en el distrito de Acoria, provincia de Acobamba, en el departamento de Huancavelica. El único servicio de salud, del que disponen sus habitantes, es una posta rural donde Karina Gálvez Paucar, técnica enfermera responsable nos dice: “Solamente tenemos lo esencial para atender resfríos, no tenemos ambulancia para derivar las emergencias. Recién desde hace poco disponemos de tallímetro y balanza para evaluar el nivel nutricional de los niños”.
Lidia no podía quedarse sentada a esperar que las cosas mejoren en su entorno. Armándose de valor y de sus escasos ahorros caminó con Estrellita sobre sus espaldas, tomó un medio de transporte y no paró hasta llegar a nuestra capital. En Lima no tenía familia que la espere, pero esto no la desvió de su objetivo, que su Estrellita sea operada.
“Yo fui hasta la clínica San Juan de Dios y ahí me ayudaron. Atendieron a Estrellita y la operaron. Cuando estábamos allá, yo tenía que dormir en los pasillos, pero no importa porque ahora mi hija puede sonreír. Ya la han operado cuatro veces y todavía le falta una operación más”, cuenta Lidia Soto, una madre coraje de las tantas que existen en nuestro país y a quienes rendimos homenaje.
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Estrellita ahora estudia en el centro de nivel inicial de Patoccocha. Su profesora es Carolina Hilario Huamaní, una mujer que a pesar de las carencias de su escuela, se ha tomado muy enserio el reto de educar a sus 19 alumnos de pre escolar. Carolina también es madre, tiene un hijo de 18 años que se llama Eliud, y a quien quiere ver profesional. Ella desde hace dos meses se ha mudado de la ciudad de Huancavelica a Patoccocha. “Ahora me toca ser madre de mis alumnitos. Tengo que trabajar para que mi hijo pueda seguir sus estudios superiores”, nos cuenta Carolina esbozando una enorme sonrisa.
Patococha es una de las comunidades de la zona norte de Acobamba, en donde Ayuda en Acción y su socia local Redes han decidido ampliar su intervención, en el corto plazo. Desde este pueblo heredero de la cultura Chopkcca, un fraterno saludo y reconocimiento a todas las madres del Perú.