En el año 2017, la Fundación Ayuda en Acción emprendió una misión que llevó el apoyo de todos sus socios y socias y una inversión superior a 1.2 millones de euros a la provincia de San Miguel. Se encontró una localidad con muchas dificultades como pobreza, contaminación ambiental, exclusión y desigualdad.
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San Miguel tenía seria afectación poblacional por la migración de los jóvenes que dejaban la provincia en búsqueda de mejores oportunidades y educación. Además, el 97% de las familias que se dedicaban a la agricultura dedicaban la mayoría de su producción para alimentarse, en lugar de generar alguna ganancia. La situación es similar para el 83% de las familias ganaderas. Urgía ponerse manos a la obra.
Educación en San Miguel
Uno de los pilares de la Fundación Ayuda en Acción en la provincia de San Miguel fue trabajar por una educación de calidad. Para ello, se prestó especial atención al desarrollo de capacidades y acompañamiento de docentes, y cuando llegó la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19 se reorientaron los recursos al fortalecimiento de competencias digitales.
"La fundación se ha involucrado no solo en las zonas urbanas, sino también en la rural. Han trabajado con las comunidades que buscan mejoras para la calidad de vida y también para sus instituciones. Estos aprendizajes han permitido que nuestros jóvenes sean mejores profesionales y personas", indicó Lorena Medina, directora del Instituto Alfonso Barrantes Lingán.
Algunos frutos del trabajo de Ayuda en Acción en San Miguel fueron la implementación de cuatro puntos de acceso a Internet para cerrar las brechas educativas y que 600 niños, niñas y adolescentes puedan atender a clases. Se organizó un programa de fundación sobre el enfoque de competencias para docentes, y se capacitó a más de 122 profesores en diversas herramientas pedagógicas.
Por otro lado, se implementaron un taller técnico productivo con 10 máquinas de coser, así como dos centros de cómputo, y tres centros de estimulación temprana. También se adecuaron las currículas escolares para beneficiar a 180 estudiantes, y se fomentó la participación de 10 instituciones educativas en un programa formativo de emprendimientos juveniles, en favor de 25 docentes y 250 estudiantes.
Emprendimientos en San Miguel
La provincia de San Miguel produce alimentos de gran calidad, que significan una enorme oportunidad de negocio con la capacitación adecuada. Productos como la palta, la miel, el aguaymanto, los lácteos y más pueden abrir puertas a emprendimientos importantes y ese fue uno de los focos de nuestra misión.
Se trabajó con cientos de productores agropecuarios para fortalecer sus capacidades. Uno de ellos fue la Asociación de Apicultores de Lanchez, con quienes se construyó una planta para la transformación de miel equipada con equipos que permitirán sacarle provecho a este recurso y beneficiará a 80 familias.
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"Es un sueño cumplido hacer realidad la construcción de esta planta que va a generar mayores recursos económicos. Vamos a tener un trato adecuado con la miel, envasarla adecuadamente, y no solo eso: esta planta va a servir para sacar otros derivados de los productos apícolas. Tener abejas es cuidar de la vida y cuidar del planeta", señaló Ronald Marrufo, presidente de la asociación.
Por otro lado, se impulsó el trabajo de las artesanas del centro poblado de Sayamud, permitiéndoles asociarse y vender sus propios productos como líderes empresariales.
"Ayuda en Acción nos apoyó con capacitaciones y ferias para irnos a vender nuestros propios productos. Antes tejíamos a una empresa que se llama Cuscaya, de ahí salimos, formamos nuestra asociación y ahora vendemos nosotras mismas", explicó María Villoslada, presidenta de la Asociación de Artesanas Sagrado Corazón de Jesús - Sayamud.
En total, se ha beneficiado a más de 250 familias que ahora aplican estrategias innovadoras para sus planes de negocio familiar. Además, se ha beneficiado a cientos de ciudadanos para obtener un mejor producto agrícola. Solo en el caso de la palta, desde la formación de la cooperativa Jequetepeque se han vendido 234 toneladas de palta por casi S/ 850,000.
El resultado de todo este trabajo es un impulso esencial para la provincia de San Miguel en Cajamarca, generando un beneficio para más de 14,000 personas que ahora pueden soñar con un futuro mejor.