La juventud en el mundo: más allá de las fronteras, afrontan los mismos retos
En el marco del Día Mundial de la Juventud, que se celebra cada 12 de agosto, Ayuda en Acción quiere llamar la atención sobre la situación tan crítica que enfrenta la juventud en todo el mundo. Un grupo que ha sido el más afectado, viendo sus oportunidades truncas y su futuro comprometido.
“La juventud es el principal objetivo de los enfrentamientos en muchos conflictos. Sobre todo, las jóvenes, ya que la violencia contra ellas se utiliza cada vez más como un arma de guerra. Pero, además, es la juventud la que sufre mayor represión en las manifestaciones sociales, como en movimientos estudiantiles, de lucha por la igualdad de género o contra el cambio climático”, expone Alberto Casado, responsable de Incidencia de Ayuda en Acción.
La juventud sufrió más que ningún otro colectivo la crisis económica de 2008, siendo el más golpeado por el desempleo y la precariedad laboral. El impacto de la pandemia y de la guerra de Ucrania ha aumentado aún más esa vulnerabilidad. Muchos y muchas jóvenes se han visto forzados a abandonar estudios para incorporarse a un mercado laboral que no ofrece las condiciones más adecuadas. Mientras que, otra parte de ese grupo etáreo, se ha visto gravemente afectado por conflictos armados y migraciones forzadas por situaciones económicas, climatológicas o de vulneración de derechos humanos.
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La juventud y el acceso a educación de calidad y empleos dignos, el reto del presente
Es necesario reforzar las políticas públicas para garantizar el acceso a educación de calidad y empleo digno y decente en todo el mundo. Las necesidades para llegar a esto, son muchas. Según Unesco, 773 millones de jóvenes y adultos en todo el mundo siguen careciendo de las competencias básicas de alfabetización. Y la pandemia, agravó la situación, generando un retroceso de los logros alcanzados. Y entre 2016 y 2030, la ONU calcula que se necesitan 470 millones de puestos de trabajo para que todas y todos los jóvenes puedan acceder a un mercado laboral formal.
Por todo ello, es necesario que los gobiernos pongan a la juventud en el centro de sus políticas, impulsando oportunidades. “En el Perú, ser joven no es fácil, y mucho menos siendo mujer”, sostiene William Campbell, director país de la Fundación Ayuda en Acción. Y es que se necesita darle voz a la juventud para que expongan su mirada de la realidad y planteen soluciones con sus pares.
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William Campbell: “Las organizaciones debemos tener un papel activo con las y los jóvenes y darle las herramientas de transformación social”
Para llegar a esta propuesta, son necesarias políticas como una escucha activa por parte de los gobiernos, políticas de empoderamiento, participación desde la infancia, fortalecimiento de ciudadanía, espacios de participación activa y real e invertir en una educación de calidad que forme en conocimientos para una vida autónoma.
Estas propuestas son clave para la Fundación Ayuda en Acción, que trabaja para que la infancia y la juventud crezcan en entornos seguros. Donde las y los jóvenes puedan desarrollar un proyecto de vida y se conviertan en protagonistas capaces de transformar sus sociedades. Para ello nos centramos en el desarrollo de sus habilidades para la vida y en la generación de capacidades y oportunidades para una educación de calidad y la transición hacia la vida laboral.