En los últimos cinco años, Perú ha sido golpeado por una crisis política, económica y sanitaria. Para las empresas no hay nada peor que la incertidumbre, y para la población, una de las consecuencias más graves de esta situación es el desempleo juvenil. En el país hay una crisis de empleabilidad latente que no solo incluye la pérdida de trabajos estables, si no que impide a los nuevos profesionales encontrar oportunidades.
De acuerdo con el último informe técnico del mercado laboral en Lima Metropolitana, elaborado por el INEI, se han perdido 71,400 empleos para personas de entre 14 y 24 años, comparado con el período prepandemia. Actualmente tenemos la cifra récord de 130,000 jóvenes sin trabajo, con una tasa de desempleo de 14.4%. Además, ellos tardan en promedio 3.2 semanas en encontrar un nuevo trabajo, un récord de más de cinco años en el país, y un aumento de 26.9% frente al mismo período evaluado en 2023.
Desempleo juvenil y subempleo
A finales del 2023, el Informe Técnico “Perú: Comportamiento de los Indicadores del Mercado Laboral a nivel Nacional y en 26 Ciudades”, realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) revela que el 84.9% de los jóvenes menores de 25 años se encuentran empleados de manera informal, es decir, trabajan en organizaciones que no cumplen con las normativas de empleo a nivel nacional, beneficios, seguros de vida, entre otros.
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Para ellos, esta situación comprende tres puntos preocupantes: la dificultar para entrar al mercado, la falta de oportunidades y la idea de que el esfuerzo al estudiar una carrera o aprender una habilidad técnica no es valorado por la sociedad; según indica el estudio “La mirada de los y las jóvenes sobre el mercado laboral”, elaborado por la Fundación Forge y el Centro de Estudios Espacio Público.
La mayoría de encuestados mencionó, además, que la única forma de acceder a un trabajo adecuado es través de contactos, conocer alguien de la empresa y que muchas veces son descartados por apariencia física, nombre y apellido o lugar de residencia. La alternativa es el desempleo juvenil.
Oportunidades que cambian vidas
La creación de espacios que desarrollen una visión profesional en los jóvenes y que les brinden acceso a habilidades técnicas para iniciar sus propios emprendimientos es vital para contrarrestar esta situación. Aquí juegan un rol clave los Centros de Educación Técnico-Productiva (CETPRO), que dotan de oportunidades a los jóvenes para ser más empleables. Desde Ayuda en Acción buscamos reforzar la currícula de estas instituciones educativas para ampliar el abanico de habilidades de nuestros jóvenes.
Una de las soluciones es la alianza que hemos firmado con L'Oreal Paris. En los CETPROs se capacita a muchas personas en estética personal; sin embargo, por su condición de vulnerabilidad no suelen tener acceso a los materiales que necesitan para aprender. Por ello, desde el 2022 desarrollamos un proyecto que involucra a 270 jóvenes de los distritos de Villa el Salvador (Lima) y Cura Mori (Piura).
▶ ¿Cómo ayudar a los jóvenes a ser más empleables?
Por otro lado, a través de un proyecto desarrollado junto a Compartamos Financiera, se han implementado programas innovadores para combatir el desempleo juvenil en cuatro CETPROs de Lima y Piura, en línea con nuestro compromiso con la ODS de Educación de calidad. Uno de ellos es el CETPRO Artesanal Santa Luzmila, en donde Yadira Quispe cursa sus estudios de electricidad.
"Es muy difícil pasar de la niñez a la vida adulta, tienes muchas dudas. Por ello es importante el apoyo social que han hecho acá, integrarlos en el proyecto para que ellos sientan no están solos y puedan abrirse a este mundo. Poco a poco, me gustaría tener un taller o quizá trabajar en una empresa para ganar experiencia. De eso se trata la vida, de aprender algo nuevo, experimentando, aportando y ayudando a los demás", finalizó Yadira.